domingo, 15 de junio de 2014

LOS HIJOS DEL PADRE CHIMBORAZO

LOS HIJOS DEL PADRE CHIMBORAZO

Cuenta la leyenda que en tiempos muy antiguos, la Madre Tungurahua acusaba a su esposo de que no le podía dar hijos blancos como él con mucho enojo, ella sabia escupirle el lodo y la ceniza que hervía en su vientre.

El padre Chimborazo por su parte, lleno de amor, no quiso que su esposa continuara escupiéndole.

Así pues, hizo que una hermosa joven pasara por sus faldas en persecución de una de sus ovejas perdidas, que el Padre Chimborazo dejó escapar por las breñas. Ella fue a sus plantas, halló un hermoso frijolito de piel blanca. Lo recogió cariñosamente y lo aprisionó en la cintura, entre la faja y su vientre maternal.

El frijolito buscó camino y se introdujo en el vientre de la joven.

Y desde ese momento el vientre de la hermosa joven fue creciendo día a día, mes a mes, hasta que en nueve lunas, alumbró un hermoso bebe parecido al Padre Chimborazo: piel blanca, cabellos dorados, igual a la nieve.

Por eso recordando estas cosas, todos los lugareños dicen que éstos niños son hijos del monte.
Es por eso que nuestros adultos mayores creen que el fréjol abulta  el vientre, más aún cuando se lo come cocido y enfriado. Existen también ciertos abuelitos que aconsejan a sus jóvenes nietas o lugareñas a no caminar por las faldas de los montes ya que éstos procrean con las doncellas.

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